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El río Tajo, a su paso por Aranjuez, ha estado sometido a una serie de presiones de origen antrópico que han modificado su cauce y sus riberas.
Las condiciones actuales del río Tajo muestran síntomas de un proceso acusado de incisión del cauce, junto con toda la problemática que ello conlleva: simplificación de la geometría de las secciones, desconexión de la llanura de inundación con el freático, empeoramiento generalizado de las condiciones de los hábitats asociados al río…
En definitiva, debido a la acción humana este tramo del río Tajo ha experimentado la pérdida de sus valores ambientales a lo largo de los años.
Para revertir esta situación, la Confederación Hidrográfica del Tajo ha diseñado un ambicioso proyecto de restauración fluvial, que se ejecutará a través de los fondos vinculados al Mecanismo de Recuperación y Resiliencia de la Unión Europea.
Las actuaciones de este proyecto se desarrollarán en tres zonas estratégicas del río, con el fin de restaurar y mejorar de las características del espacio fluvial del tramo comprendido entre el puente de la Reina y la Junta de los ríos.
Esta recuperación se realizará mediante la naturalización de la geometría de los taludes junto con la reintroducción de parte del material extraído y posterior revegetación de la zona afectada.
De esta manera, se elevará la cota del cauce favoreciendo la reconexión de la lámina de agua con las riberas y llanuras de inundación.
Se prevé que los efectos derivados de la ejecución de este tipo de proyectos de restauración fluvial afecten positivamente tanto al medio ambiente como a la población de Aranjuez, ya que, por un lado, se habrá conseguido una regeneración del bosque ribereño y su hábitat fluvial, y, por otro lado, el hecho de dotar al río de un espacio fluvial más funcional, permitirá reducir los riesgos de inundación frente a posibles avenidas.